¿Nutrición en una píldora? – Si tienes buena salud, !Olvídalos!

Los suplementos no son para todos, pero los adultos mayores y otras personas pueden necesitarlos para obtener los nutrientes que de otro modo no obtendrían.

The Dietary Guides for Americans (las Guías de nutrición para los estadounidenses) indican que tus necesidades en cuanto a nutrición deberían satisfacerse principalmente con tu dieta. No obstante, para algunas personas, los suplementos pueden ser una manera útil de consumir nutrientes que de otra manera no obtendrán.

¿Podría ayudarte un suplemento de vitaminas y minerales? Infórmate bien antes de comprar.

Suplementos en comparación con alimentos naturales

No es la intención que los suplementos reemplacen los alimentos. No pueden replicar todos los nutrientes y beneficios de los alimentos integrales, como frutas y verduras.

Los alimentos integrales ofrecen tres beneficios principales en comparación con los suplementos alimentarios:

  • Mayor nutrición. Los alimentos integrales son complejos y contienen una variedad de micronutrientes que el cuerpo necesita.
  • Fibras esenciales. Los alimentos integrales, como granos integrales, frutas, verduras y legumbres, aportan fibra alimentaria. La fibra alimentaria puede ayudar a reducir el riesgo de diabetes tipo 2, cáncer colorrectal, accidente cerebrovascular y enfermedad cardíaca.
  • Sustancias protectoras. Muchos alimentos saludables contienen sustancias químicas que promueven la salud, como antioxidantes: sustancias que hacen más lento el proceso natural que lleva al daño de los tejidos y las células.

¿Quiénes necesitan tomar suplementos?

Es probable que no necesites suplementos si eres un adulto sano que come una variedad de alimentos, incluidos frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, productos lácteos bajos en grasa, carnes magras y pescado.

Sin embargo, los suplementos, o los alimentos fortificados, pueden ser apropiados si:

  • Estás embarazada o tratando de quedar embarazada
  • Tienes 50 años o más
  • Tienes falta de apetito o problemas para obtener alimentos nutritivos
  • Sigues una dieta que excluya grupos enteros de alimentos
  • Tienes una afección médica que influye en la forma en que tu cuerpo digiere los nutrientes, como diarrea crónica, alergias alimentarias, intolerancia alimentaria o una enfermedad del hígado, la vesícula biliar, los intestinos o el páncreas
  • Has tenido una cirugía del tracto digestivo que afecta la forma en que tu cuerpo digiere los nutrientes

Si no sabes si necesitas suplementos de vitaminas y minerales, habla con tu médico o dietista. Asegúrate de preguntar sobre la dosis, los efectos secundarios y las posibles interacciones con cualquier medicamento que tomes.

Cómo elegir y usar suplementos

Si decides tomar un suplemento, es importante que hagas lo siguiente:

  • Leer la etiqueta. Las etiquetas de los productos pueden indicarte cuáles son los ingredientes o los principios activos, qué nutrientes incluye, el tamaño de la porción y la cantidad de nutrientes en cada porción.
  • Evitar las megadosis. Tomar más de la cantidad diaria recomendada puede aumentar tu riesgo de sufrir efectos secundarios.
  • Prestar atención a lo que comes. Cada vez son más los alimentos, como los cereales de desayuno y las bebidas, a los que se agregan vitaminas y minerales. Si además tomas suplementos, quizás estés consumiendo más de lo que piensas. Tomar más de lo que necesitas es costoso y puede elevar tu riesgo de efectos secundarios.
  • Hablar con el médico. Los suplementos pueden causar efectos perjudiciales si se toman con ciertas combinaciones, con determinados medicamentos recetados o antes de una cirugía u otra intervención.
  • Prestar atención a las alertas y retiros del mercado. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) no regula los suplementos en la misma medida que lo hace con los medicamentos recetados. No obstante, la FDA sí controla su seguridad. Es buena idea consultar periódicamente en el sitio web de la FDA cualquier advertencia o retiro del mercado.
  • Informar problemas. Si crees que un suplemento alimentario puede haberte causado una reacción o enfermedad grave, suspéndelo y consulta a tu médico. Él puede recomendarte que envíes un informe de seguridad a la FDA por Internet.

fuente: Mayo Clinic