China domina la producción de tierras raras.

  • China es la potencia mundial en tierras raras, pero un nuevo hallazgo permite que su dominio sea aún mayor

  • Occidente está intentando combatir en este campo, pero es una batalla muy complicada por regulaciones ambientales y la experiencia china

Deng Xiaoping, quien fue Líder Supremo de China entre 1978 y 1989, expresó con acierto: «Mientras Oriente Medio posee petróleo, China cuenta con tierras raras». Esta afirmación cobra más sentido que nunca, ya que las tierras raras se han transformado en uno de los pilares fundamentales del siglo XXI.

Son esenciales en la cadena de suministro global, ya que juegan un papel crucial en sectores como la fabricación de coches eléctricos, la tecnología, la industria aeroespacial, la producción de láseres y equipos astronómicos, entre muchas otras aplicaciones.

Aunque en distintas regiones del mundo se encuentran tierras raras, China se mantiene a la cabeza, no solo por la cantidad que posee, sino principalmente por su liderazgo en la extracción y procesamiento de estos minerales.

Además, recientemente han incrementado sus reservas gracias a un nuevo yacimiento descubierto en Sichuan. China acelera su ventaja. Uno de los aspectos distintivos de los elementos que forman las tierras raras es que no suelen hallarse en estado puro en la naturaleza, lo que exige llevar a cabo diversos procesos para obtener los metales más valiosos para las industrias actuales, como el neodimio, el prometio, el escandio o el gadolinio, entre otros.

En 2021, tres de las mayores empresas de extracción, reserva y producción de estos minerales se fusionaron para crear la China Rare Earth Group y estos últimos meses hemos visto que el país ha incrementado sus cuotas de extracción en un 5,9% y las de fundición en un 4,2% frente al año anterior. Esto supone 270.000 y 254.000 toneladas, respectivamente.

Suelo pobre, riqueza en tierras raras. A la experiencia que China ha acumulado en el procesamiento de tierras raras se suma un control medioambiental menos estricto que el de los países occidentales, lo que ha sido un factor clave para que continúe dominando el mercado. Además, el país cuenta con enormes depósitos.

A esta vasta reserva, se añaden las casi cinco millones de toneladas recientemente descubiertas en Sichuan. En detalle, son 4.960.000 toneladas de tierras raras encontradas en la provincia suroccidental de Sichuan.

Durante una conferencia realizada hace pocos días, el China Rare Earth Group anunció que en la prefectura Yu de Liangshan, una de las regiones más empobrecidas de China, se había descubierto este nuevo tesoro que será fundamental para el avance tecnológico del país, abarcando sectores como los vehículos eléctricos, turbinas eólicas, robótica y, también, la industria armamentista.

El grupo anunció que «ante la nueva realidad de competencia internacional, mantendrán presentes los intereses nacionales para hacer aportes significativos que garanticen la seguridad de los recursos de tierras raras de China».
Esto se relaciona con los recientes movimientos entre China y Occidente. China ha adoptado un enfoque cada vez más proteccionista respecto a sus productos (como la tecnología de sus vehículos eléctricos, que arrasa en los mercados globales) y es consciente de que el resto del mundo sigue dependiendo de su capacidad de procesamiento de tierras raras.
Mientras tanto, Occidente busca con urgencia nuevas fuentes y métodos de procesamiento, como los prometedores yacimientos en Groenlandia o Noruega. Japón también ha decidido dar un paso adelante para reducir su dependencia de las tierras raras chinas.
Dominando el mercado. A pesar de los esfuerzos de Occidente por debilitar el control de China en este ámbito, la fortuna sigue favoreciendo al gigante asiático, que cada cierto tiempo encuentra nuevos minerales relacionados con las tierras raras o yacimientos, como el reciente hallazgo en Sichuan.
De hecho, el dominio chino es tan sólido que, cuando los precios se disparan, pueden convocar a sus fabricantes para analizar la situación y mantener el mercado bajo control.
Es evidente que otros países buscan reducir el predominio chino, y lo están logrando gradualmente (en la década de 2010, China controlaba entre el 80 y 90% de la producción, pero en 2023, esta cifra bajó al 70%, según el Servicio Geológico de Estados Unidos).
China aún tiene el poder de influir en las exportaciones y precios del mercado.