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El entrelazamiento cuántico fue probado experimentalmente por primera vez en 1949
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El hito del que os hablamos en este artículo tiene la capacidad de revolucionar las comunicaciones cuánticas
La física cuántica resulta ser todo menos intuitiva. No lo era en los albores del siglo XX, cuando eminentes físicos teóricos empezaron a explorarla, y aún hoy, más de un siglo después de su concepción, sigue siendo un desafío comprenderla. Uno de esos pioneros fue Albert Einstein, quien, junto a Podolsky y Rosen, predijo en 1935 uno de los fenómenos más enigmáticos de la mecánica cuántica: el entrelazamiento cuántico. Einstein llegó a describir este fenómeno como «una acción fantasmal a distancia», buscando cuestionar la posibilidad de que su predicción fuera correcta.
No obstante, el entrelazamiento cuántico es una realidad confirmada. Los científicos tienen conocimiento de ello desde 1949, cuando la física chino-estadounidense Chien-Shiung Wu y el estadounidense Irving Shaknov lo demostraron experimentalmente por primera vez. Este fenómeno no tiene paralelo en la física clásica y desempeña un papel crucial en el funcionamiento de los prototipos de computadoras cuánticas actuales. En esencia, implica que el estado de los sistemas cuánticos involucrados, ya sean dos o más, es idéntico.
Características | Entrelazamiento Cuántico | Física Clásica |
---|---|---|
Comportamiento de partículas | Conexión instantánea | Independencia y localidad |
Distancias relevantes | No afectado por la distancia | Sujeto a la distancia |
Topología compartida | Preservación de propiedades | No aplica |
Aplicaciones prácticas | Comunicaciones y computación | Limitadas a la física clásica común |
Esto conlleva a la conclusión de que estos objetos forman parte integral de un mismo sistema, incluso si están físicamente separados. Sorprendentemente, la distancia no representa un obstáculo. Cuando dos partículas, objetos o sistemas están entrelazados mediante este fenómeno cuántico, la medición de las propiedades físicas de uno de ellos condiciona instantáneamente las propiedades físicas del otro sistema, independientemente de la distancia que los separe, incluso si están en extremos opuestos del universo.