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La cultura laboral en Finlandia cuida el equilibrio entre tiempo de trabajo y tiempo personal. Por eso es uno de los países más felices del mundo, según el Informe Mundial sobre la Felicidad
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Anni Hallila, jefa de personal y cultura de una empresa finlandesa, da algunas claves para conseguir que sus empleados estén satisfechos con su trabajo
Desde hace ya algunos años, la consultora Gallup, una agencia de Naciones Unidas y la Universidad de Oxford se lanzan a las calles del mundo carpeta en mano para tomar la temperatura al estado de ánimo en los distintos países. El resultado de ese estudio es el Informe Mundial sobre la Felicidad, que en 2024 vuelve a posicionar a Finlandia como el séptimo país más feliz del mundo.
En la elaboración de este estudio no solo se tiene en cuenta el humor con el que se ha levantado esa mañana el entrevistado, sino que se tienen en cuenta aspectos como el nivel económico, la satisfacción laboral, la esperanza de vida o el respaldo social de sus países.
Para Anni Hallila, jefa de personal y cultura de Framery Acoustics, empresa con 400 empleados dedicada a la fabricación de cabinas insonorizadas para oficinas en Tampere (Finlandia), “no tiene sentido perseguir la felicidad. Lo que realmente cuenta es cultivar una cultura que apoye el bienestar de los empleados a largo plazo. Y eso es lo que los finlandeses hacen particularmente bien”, comenta en un artículo publicado en Fortune.
Según la responsable de personal de Framery, la cultura finlandesa cuenta con algunas frases o refranes que ella utiliza habitualmente en su gestión al frente de la plantilla y considera la clave para que la rotación en su empresa sea de solo el 10%.
1 – Quien pregunta no se desvía del camino
Las empresas finlandesas acostumbran a tener una estructura muy plana, de forma que no existe una gran distancia entre el CEO y los empleados. Esa accesibilidad hace que los empleados se sientan empoderados para expresar abiertamente sus dudas y opiniones, aportando su punto de vista incluso cuando el problema no está en su departamento.
«Si hay una línea de comunicación abierta en la que cualquiera puede hacer preguntas, ya sea al CEO o a cualquier persona de la empresa, entonces habrá un camino a seguir», explica Hallila. En ocasiones es necesaria la intervención de personas de todos los rangos de una organización para plantear problemas y encontrar soluciones.
1 – Quien pregunta no se desvía del camino
Las empresas finlandesas acostumbran a tener una estructura muy plana, de forma que no existe una gran distancia entre el CEO y los empleados. Esa accesibilidad hace que los empleados se sientan empoderados para expresar abiertamente sus dudas y opiniones, aportando su punto de vista incluso cuando el problema no está en su departamento.
«Si hay una línea de comunicación abierta en la que cualquiera puede hacer preguntas, ya sea al CEO o a cualquier persona de la empresa, entonces habrá un camino a seguir», explica Hallila. En ocasiones es necesaria la intervención de personas de todos los rangos de una organización para plantear problemas y encontrar soluciones.
«Se trata de creer en una cultura de trabajo en la que el gato es el tema que hay que poner sobre la mesa, y que la gente pueda tener una discusión abierta y de confianza sobre cualquiera que sea el problema», explica Hallila. “Las cosas se resuelven cuando se discuten», añade.
4 – Lo que sea que dejes atrás, lo encontrarás frente a ti
En la misma línea que la frase anterior, la responsable de personal asegura que esta frase explica a la perfección las consecuencias de no “poner al gato sobre la mesa” cuando existe un problema.
Lejos de desaparecer por sí solos, los problemas tienden a crecer y a agravarse con el paso del tiempo si no se abordan y solucionan cuando aparecen. “Si dejas los problemas detrás de ti, los encontrarás frente a ti. Así que la única manera de manejarlo es abordarlos y encontrar una solución entre todos en cuanto aparecen”, destaca Anni.
5 – Ir hacia el árbol de espaldas
Si caminas de espaldas por un bosque, es probable que, más pronto que tarde, termines dándote un buen golpe con algún árbol que se crucen en tu camino y, como vas de espaldas, ni siquiera lo has visto venir ni estabas preparado para afrontar las consecuencias del choque.
Según Hallila, esta frase describe, de forma muy gráfica, lo que sucede cuando no se planifica con antelación las decisiones comerciales y estratégicas en una empresa. El mercado es como un bosque en el que los árboles son problemas que, simplemente, están ahí esperándote. Es tu responsabilidad hacer todo lo posible para no chocar contra ellos mientras avanzas.
En los lugares de trabajo finlandeses, estas conversaciones a menudo involucran a personas de todos los niveles de la organización, añade la directiva. La planificación estratégica de una empresa se asegura de que “las personas se involucren y sientan que son escuchadas, que tienen voz en nuestra estrategia, o al menos que entiendan de qué se trata y por qué se toma ese camino”, asegura Anni Hallila.