Qué beneficios esperan los Magnates Tecnológicos en el Gobierno de Donald Trump?

Los billonarios han mostrado un firme respaldo al nuevo Presidente de los Estados Unidos. Pero, ¿qué buscan realmente los líderes de la tecnología en la administración de Donald Trump?

El poder presidencial de Trump se ve acompañado por la colaboración de grandes empresarios, cuyos intereses y objetivos pueden moldear importantes decisiones en el país. Esto plantea una interrogante clave: ¿qué oportunidades están explorando los magnates tecnológicos bajo este nuevo liderazgo?

En este artículo, analizamos quiénes son estos empresarios, su papel en el panorama político y qué podrían aportar en esta etapa de transformación.

LARRY ELLISON

En su segundo día como presidente, Donald Trump anunció la creación de la alianza tecnológica «Stargate,» una colaboración histórica entre OpenAI, Oracle y SoftBank, destinada a invertir 500.000 millones de dólares en infraestructuras de inteligencia artificial durante los próximos cuatro años. Entre los líderes presentes destacó Larry Ellison, cofundador de Oracle, quien subrayó el compromiso de su empresa con el desarrollo de tecnologías innovadoras y estratégicas para Estados Unidos.

Ellison, conocido por su visión empresarial y su capacidad de adaptación a nuevas tendencias, ve en esta alianza una oportunidad única para fortalecer el papel de Oracle en el creciente sector de la inteligencia artificial. Con años de experiencia en el desarrollo de soluciones de bases de datos y aplicaciones empresariales, Oracle aporta una plataforma robusta para gestionar los volúmenes masivos de datos necesarios para entrenar sistemas avanzados de IA.

Trump calificó la iniciativa como el “mayor proyecto de infraestructura de inteligencia artificial de la historia,” destacando que representa una declaración de confianza en el potencial económico y tecnológico del país. Según analistas, la participación de Oracle no solo posiciona a la empresa como un actor central en la carrera por la inteligencia artificial, sino que también le permite acceder a contratos gubernamentales estratégicos, lo que podría fortalecer aún más su crecimiento.

Para Ellison, esta alianza no es solo una inversión en tecnología, sino también una declaración política y económica. Oracle busca beneficiarse de un entorno regulatorio favorable y de incentivos gubernamentales que impulsen la investigación y el desarrollo en IA. Además, esta iniciativa podría permitir a la compañía diversificar su cartera de productos y consolidar su posición frente a competidores como Amazon y Microsoft.

El presidente ha anunciado que utilizará declaraciones de emergencia y decretos ejecutivos para acelerar proyectos de construcción y facilitar el acceso a la energía, promoviendo un entorno favorable para la expansión tecnológica. Durante el evento, tanto Trump como los líderes empresariales destacaron las aplicaciones potenciales de la inteligencia artificial en sectores como la salud, apuntando a un crecimiento económico significativo.

La alianza tecnológica «Stargate» tiene planes de comenzar con una inversión inicial de 100.000 millones de dólares, con el objetivo de alcanzar al menos 500.000 millones en cuatro años. Este capital se destinará a construir infraestructura para OpenAI, incluyendo avanzados centros de datos. Los recursos provendrán de socios como SoftBank, OpenAI, Oracle, y el fondo soberano de Abu Dhabi MGX. Mientras SoftBank liderará la financiación, OpenAI asumirá la supervisión operativa.

Entre los aliados tecnológicos figuran nombres de peso como Arm, Nvidia, Microsoft, Oracle y OpenAI. El primer centro de datos comenzará su construcción en Texas, y OpenAI ya ha señalado que evalúa otras ubicaciones en todo el país para futuros campus tecnológicos.

Los modelos de inteligencia artificial como ChatGPT de OpenAI o Gemini de Google requieren vastas cantidades de datos y potencia computacional, lo que justifica estas inversiones colosales. Elon Musk, aliado cercano del presidente y fundador de xAI, valorada en 50.000 millones de dólares, también figura entre los grandes inversores en inteligencia artificial. Además, la promotora inmobiliaria Damac, con sede en Dubái, ha anunciado una inversión de 20.000 millones de dólares en centros de datos estadounidenses tras reunirse con Trump en Mar-a-Lago.

El impacto del anuncio ya se ha dejado sentir en los mercados. Las acciones de SoftBank, uno de los principales socios de la iniciativa, registraron un aumento cercano al 10% en la Bolsa de Tokio, subrayando la confianza de los inversores en este ambicioso proyecto que promete marcar un antes y un después en la evolución tecnológica y económica de Estados Unidos.

ELON MUSK

La influencia de Musk y otros grandes empresarios en la configuración de políticas gubernamentales muestra cómo la convergencia entre tecnología, finanzas y política está redefiniendo el futuro de Estados Unidos.

El director de Tesla y fundador de SpaceX, Elon Musk, es indudablemente una de las figuras más cercanas a Donald Trump dentro del ámbito empresarial. Este respaldo es significativo, ya que Musk no solo es reconocido por su liderazgo en innovación tecnológica, sino también por ser el hombre más rico del mundo, con una fortuna estimada en 450.000 millones de dólares.

Medios internacionales, citando reportes de la Comisión Electoral Federal, aseguran que Musk aportó más de 260 millones de dólares a la campaña de Trump, lo que refuerza la relación entre ambos.

Analistas sugieren que Musk podría tener intereses estratégicos en esta cercanía, especialmente considerando los contratos estatales de alto valor que SpaceX mantiene con el gobierno de Estados Unidos.

A mediados del año pasado, la compañía aseguró un contrato de 843 millones de dólares con la NASA, seguido por otro de 733 millones de dólares con la Fuerza Espacial de Estados Unidos (USSF) a finales de 2024.

Además de su liderazgo en tecnología espacial, Musk también es un destacado inversor en criptomonedas. En el tercer trimestre de 2024, el informe financiero de Tesla reportó activos en bitcoin por un valor de 184.000 millones de dólares.

Este enfoque en las criptodivisas parece haber encontrado eco en la administración de Trump, quien en su segunda campaña presidencial prometió convertir a Estados Unidos en una “superpotencia del bitcoin”. Para respaldar esta visión, Trump incorporó a varios criptoinversores en su gabinete, alineándose con las tendencias del mercado tecnológico y financiero impulsadas por figuras como Musk.

MARK ZUCKERBERG

Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta Platforms y el cuarto hombre más rico del mundo con un patrimonio de 222.500 millones de dólares, parece estar construyendo puentes estratégicos con el expresidente Donald Trump. Aunque en sus primeros años Trump mostró una postura crítica hacia Meta y sus plataformas, este escenario cambió significativamente después de una reunión clave que ambos sostuvieron en noviembre de 2024 en Mar-a-Lago, la emblemática mansión de Trump. Este acercamiento coincidió con una donación de un millón de dólares realizada por Meta para apoyar la investidura presidencial.

Zuckerberg busca proteger y potenciar su emporio de redes sociales, compuesto por gigantes como Facebook, Instagram y WhatsApp. Este año, Meta anunció una inversión histórica de 65.000 millones de dólares para ampliar su infraestructura en inteligencia artificial, posicionándose como líder en esta tecnología emergente. Entre los beneficios que Zuckerberg podría esperar de la administración Trump, destaca un entorno regulatorio más favorable, especialmente en términos de moderación de contenidos y restricciones legales. Una muestra de esto fue la decisión de Meta de eliminar su sistema de verificación de datos en Facebook e Instagram, lo que reduce controles y amplía la libertad de publicación en sus plataformas.

Además, Trump podría facilitar un escenario político más amigable para las grandes tecnológicas, limitando regulaciones que algunos consideran un obstáculo para la innovación. Este enfoque beneficiaría directamente a Meta, permitiéndole seguir expandiendo su dominio global en el ámbito digital sin enfrentar restricciones significativas.

Con una visión estratégica, Zuckerberg no solo busca consolidar su liderazgo en el sector tecnológico, sino también asegurar que las políticas gubernamentales favorezcan el crecimiento y la influencia de Meta en un mundo cada vez más conectado. Este acercamiento con Trump es una jugada calculada para alinear intereses y garantizar que el futuro de Meta se mantenga firme en el centro del ecosistema digital.

JEFF BEZOS

En cuanto a lo que se espera de Donald Trump y Jeff Bezos, es probable que las dinámicas entre ambos evolucionen dependiendo de los intereses estratégicos de cada uno. Por un lado, Bezos, como fundador de Amazon y propietario de Blue Origin, probablemente busque establecer relaciones con el gobierno de manera pragmática, sin repetir los conflictos pasados con Trump. La competencia de Blue Origin con SpaceX por contratos de cohetes espaciales de seguridad nacional es una de las áreas clave donde Bezos puede esperar un enfoque más diplomático y cooperativo por parte de la administración republicana.

Por otro lado, Trump, conocido por su actitud combativa hacia Bezos y Amazon durante su primera presidencia, podría seguir manteniendo una postura crítica hacia Amazon en cuanto a su impacto en el comercio minorista y el pago de impuestos. Sin embargo, con las implicaciones estratégicas de Blue Origin y la creciente importancia de la industria espacial, Trump podría priorizar sus intereses nacionales y económicos, y moderar sus críticas si los beneficios para Estados Unidos en términos de competitividad y tecnología espacial son evidentes. Ambos personajes, aunque distantes en sus visiones, se verían forzados a encontrar puntos de conexión que favorezcan sus respectivos intereses, especialmente en la carrera espacial y las oportunidades comerciales que de ella surjan.

 

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