Lo que está viendo es un futuro en el que la tecnología se entrelaza irreversiblemente con nuestra flora y fauna. El polinizador sintético permite que las plantas se reproduzcan artificialmente uniendo polen a las patas de la abeja.
La planta, en muchos sentidos, funciona exactamente como una flor normal, pero con un montón de engranajes, servomotores y extrusoras.
SYNTHETIC POLLENIZER from michael candy on Vimeo.
El polinizador recoge el polen de las trampas de polen (que se utilizan con fines médicos) y los extruye en estambres que entran y salen de la flor, recubriéndose con el material amarillo en polvo.
En el centro de la flor se encuentra el pozo de néctar, que se llena con néctar artificial que el diseñador Michael Candy creó a partir de azúcar y agua.
Las abejas anidan en la flor artificial para beber el néctar y se recubren (cada vez) de polen. Luego llevan ese polen a flores reales, lo que facilita el proceso de reproducción.
Crear un polinizador artificial convincente es difícil; las abejas son inteligentes y excelentes navegantes con sensores muy agudos.
Las flores están hechas de muchos materiales y procesos diferentes, desde piezas impresas en 3D y vidrio hasta aluminio y latón mecanizados a mano, con prototipos iniciales hechos de papel.

Michael Candy experimentó con diferentes razas de flores, desde orquídeas hasta margaritas. La flor que se muestra aquí es la flor de canola (o colza). ¡En que mundo vivimos! Primero Japón formula abejas drones para automatizar el proceso de polinización, ¡y ahora esta flor artificial!
Diseñador: Michael Candy