Dos veces más grande que la Gigafactoría de Tesla y llena de ladrillos: la nueva mayor fábrica de baterías del mundo

Soluciones de ayer para los desafíos de hoy. Suena a eslogan, pero eso es básicamente lo que plantea Rondo Energy, una compañía californiana que ha decidido echar mano de ladrillos refractarios no muy distintos a los que usamos desde hace siglos para responder a dos grandes retos de las energías renovables: las intermitencias y el almacenamiento. Como parte de ese empeño, ahora se ha marcado una meta aún más ambiciosa: crear la mayor fábrica de baterías.

Y el proyecto, claro, ya ha despertado interés.

¿Cuál es la noticia? Que Rondo y la tailandesa Siam Cement Group (SCG) acaban de anunciar sus planes de crear una infraestructura de referencia en el mapa global de las energías verdes. Su objetivo pasa por ampliar las instalaciones que ya opera SCG en Tailandia y en las que se dedica a fabricar baterías de calor para multiplicar con creces su potencial: de la capacidad de producción actual, de 2,4 GWh por año, pasará a 90 GWh. Con esa cifra —reivindica Rondo— será “más grande que cualquier instalación de fabricación de baterías actual en el mundo”.

¿Por qué es importante? La noticia supone un nuevo paso en la suma de fuerzas de Rondo y Siam Cement, que ya el año pasado se aliaron para crear y expandir las baterías de calor. Ahora plantean ir más allá y expandir su factoría actual, de 160.000 m2, para multiplicar su capacidad. Si bien aún no han hablado de calendarios, la decisión es importante por varias razones: por quienes son sus protagonistas, por lo que implica y por su impacto inmediato. Electreck ya calcula que su planta tendrá 2,5 veces el tamaño de la Gigafactoria de Tesla.

Siam Cement Group es al fin y al cabo un referente en los materiales de construcción del Sudeste asiático, con una amplia actividad que incluye el cemento y los ladrillos refractarios que produce a través de su filial SRIC. Rondo cuenta a su vez con el apoyo de Breakthrough Energy Ventures, fundada por Bill Gates. Ambas firmas esperan contribuir a la descarbonización de la economía. De forma directa, calculan que una vez alcance una capacidad de 90 GWh su planta permitirá ahorrar la emisión de unas 12 millones de toneladas de CO2 al año.

Pero… ¿Qué proponen las empresas? El objetivo —aclara la empresa californiana— es “ampliar la capacidad de producción de almacenamiento de las baterías Rondo Heat en las instalaciones de SCG”. La clave está en ese concepto, las Rondo Heat, que son ni más ni menos que baterías que permiten transforman la energía eólica o solar en un flujo de calor que se puede usar cuándo se quiera.

Quizás parezca una cuestión menor, pero un servicio así ayuda a solucionar algunos desafíos importantes. Por ejemplo, cómo almacenar y aprovechar los excedentes de energía que genera la eólica o la fotovoltaica cuando su producción supera la demanda o cómo surtir a la industria de un flujo de calor continuo a alta temperatura y bajo coste que ayude a reducir su huella contaminante.

¿Cómo funcionan esas baterías? Su mecanismo es relativamente sencillo. Al menos sobre el papel. Los dispositivos de Rondo captan la energía generada por los aerogeneradores y paneles solares, la convierten en calor y aprovechan la radiación térmica para calentar ladrillos capaces de mantener altas temperaturas a lo largo de horas o días con una pérdida mínima. Cuando se necesita el calor, el sistema permite que el aire se caldee y fluya, con lo que el usuario recibe calor a la temperatura y con el nivel de presión que requiera en cada momento.

Gracias a esa capacidad las baterías pueden suministrar vapor, aire caliente a temperaturas muy elevadas o corrientes de gas. Incluso funcionan con un sistema que combina calor y energía gracias a una turbina de vapor. Durante ese proceso —presume Rondo— se emplean ladrillos refractarios parecidos a los que usamos desde hace siglos para almacenar calor, prescindiendo de combustibles.

“Con la tecnología de Rondo la energía eólica y solar pueden generar calor industrial continuo sin emisiones de carbono a menor coste que los combustibles fósiles, una necesidad crítica para las industrias de todo el mundo”, celebra.