Ubicada en Ginebra, en el valle cafetero colombiano, Casa Franco es el resultado de un proyecto del estudio Taller Espacio Colectivo, que busca articular hogar, taller y espacio de encuentro con principios de simplicidad, materialidad local y sostenibilidad.
Concepto y programa arquitectónico
La idea central del proyecto parte de un deseo muy claro: que la casa no sea solo un refugio privado, sino un punto de convergencia entre lo doméstico y lo colectivo. Por eso el programa combina:
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Funciones de vivienda para la familia
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Espacios de taller / trabajo creativo
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Áreas de sociabilidad e intercambio
Estas tres dimensiones se entrelazan mediante recorridos, jardines interiores y patios, de modo que las transiciones no se perciban como rupturas, sino como flujos continuos.
Otro punto clave es la adaptación al clima tropical del valle: se pensó en cubiertas inclinadas para evacuar lluvias, ventilaciones cruzadas, protección solar, y el uso de materiales locales que respondieran bien a la humedad y al calor.
Materialidad y construcción
Casa Franco se construye con una combinación de materiales contundentes y cálidos, donde destacan:
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Muros de tapia pisada (o tierra apisonada), que aportan masa térmica y un carácter táctil y artesanal.
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Concreto visto estructural, que define líneas limpias, dinteles y ménsulas.
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Madera local en carpintería, vigas y estructuras que aportan calidez al interior.
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Teja tradicional para la cubierta inclinada, integrando el diseño al paisaje cultural del valle.
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Elementos abiertos (celosías, listones de madera) que permiten visuales cruzadas y ventilación, pero también sombra y privacidad.
En varias imágenes se aprecia un estanque o espejo de agua junto a jardines interiores, que no solo aportan belleza visual, sino control microclimático: refrigera espacios inmediatos y suaviza el ambiente.
El vínculo con la tierra también está presente en la supervivencia de la vegetación local, jardines intersticiales y patios que se filtran en la volumetría de la casa.
Organización espacial y flujo
La casa no organiza sus espacios como bloques rígidos, sino como una serie de volúmenes yuxtapuestos, conectados por corredores, patios y transiciones. Algunas estrategias llamativas:
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Zonas privadas (dormitorios, baños) recogidas hacia áreas más silenciosas.
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Áreas colectivas (sala, comedor, taller) abiertas, con abundante conexión visual al exterior.
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Techos inclinados que generan dobles alturas en ciertas zonas, otorgando amplitud y juego de luz.
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Transiciones interiores-exteriores suaves: no hay muros cegados en todo el perímetro, sino una estrategia de filtros visuales y bioclimáticos.
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El diseño busca que desde distintos puntos del interior se pueda ver la vegetación o los cielos, conectando permanentemente al usuario con el paisaje.
Experiencia sensorial e impacto
Quien recorre Casa Franco experimenta múltiples sensaciones: la textura de los muros, el cambio de temperatura según el enfoque solar, el sonido del agua y el viento en las estructuras abiertas.
Los espacios de taller tienen una condición de luz homogénea, ideal para el trabajo manual; los espacios sociales están resguardados pero permeables; los rincones de contemplación, los patios y jardines invitan a la pausa.
También es valioso mencionar el impacto simbólico: esta casa le apuesta a un modo de habitar más sustentable, cercano al lugar y respetuoso con el contexto. No aspira a la arquitectura “estrella”, sino a la arquitectura de sitio, de manos y de afectos.
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Arquitectos: Taller Espacio Colectivo
- Área: 750 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Santiago Roballo