La tecnológica china SpinQ lanza el ordenador cuántico Triangulum, el primero con morfología similar a un PC

Los ordenadores cuánticos no están pensados para ser tenidos en casa, debido a que necesitan poder operar en un entorno controlado y en unas condiciones muy exigentes. Esto significa que precisan de un amplio espacio en el que poder desarrollar sus capacidades, así como una temperatura excesivamente baja para funcionar de un modo óptimo.

Por todo ello, compañías impulsoras de estos modelos como IBM, Intel, Google, Honeywell o IonQ destinan sus esfuerzos a crear aparatos de gran envergadura. Los cúbits superconductores y los iones atrapados que integran la computación cuántica precisan de un sistema de refrigeración que los mantenga a una temperatura de 20 milikelvin, o lo que es lo mismo, de -273 grados centígrados. Solo así se logrará retrasar el proceso de decoherencia cuántica (consiste en la desaparición de la interferencia cuántica, el principio de superposición). Por todo ello se requiere operar con rapidez y potencia, ya que de lo contrario desaparecerían los efectos cuánticos y la computadora pasaría a actuar como un ordenador convencional.

Con esta explicación, resulta curioso como la empresa china SpinQ ha lanzado al mercado un ordenador cuántico minúsculoTriangulum, en comparación con lo que entendemos por computadora cuántica, el cual parece más un ordenador de sobremesa. Posee tres cúbits de tipo NMR (Nuclear Magnetic Resonance), mide 610x330x560 mm y pesa unos 44 kg. Esto hace que pueda ser depositado en un escritorio sin problema alguno.

Sus rasgos diferenciadores

Triangulum emplea cúbits NMR, muy diferentes a los que emplean las computadoras cuánticas de las otras empresas de la competencia. No son superconductores, sino que emplean la posibilidad de medir los estados de espín de determinados átomos de una molécula utilizando para ello técnicas de resonancia magnética nuclear (NMR). Así pues, la compañía ha conseguido desarrollar una serie de cúbits sencillos capaces de operar en unas condiciones ambientales poco exigentes.

Existen antecedentes en este sentido, pues en el año 2001 el ordenador cuántico que por primera vez ejecutó el algoritmo de factorización de número Shor empleó esta metodología. No obstante, al emplear este tipo de cúbits el número estará limitado, ya que de lo contrario se generará un excesivo ruido y se perderá toda la operatividad.

Los cúbits NMR son más sencillos y más económicos, a la hora de activarlos, que los cúbits superconductores o de iones atrapados. Con los ordenadores cuánticos Gemini Gemini-Mini y Triangulum, SpinQ intenta demostrar que con dos o tres cúbits se puede tener una computadora eficiente, práctica y económica. A pesar de que sea más barato que otros ordenadores cuánticos, Triangulum será más costoso que un ordenador convencional, ya que su precio roza los 56.000 euros.

La previsión

Los científicos aseguran que los ordenadores cuánticos no servirán para resolver problemas tan complejos como bien hacen las supercomputadoras convencionales, por lo que sólo estarán capacitados para afrontar problemas muy concretos. Por ejemplo, podrán llevar a cabo la simulación de sistemas cuánticos (pequeñas moléculas, macromoléculas o materiales), problemas de optimización que queremos solventar a coste reducido y asuntos relativos a la física estocástica (que aprovechan la naturaleza de tipo aleatoria del hardware cuántico para simular dichos procesos aleatorios).

El hándicap de los ordenadores cuánticos, según apuntan los expertos, se encontrará en su dificultad para desempeñar labores de ofimática o de creación de contenidos, así como para trabajar con amplias bases de datos o procesar complejos nudos de información.

En este sentido, SpinQ desea que su nuevo ordenador cuántico compacto Triangulum sea utilizado para formar a estudiantes interesados en la materia, así como para abordar problemas científicos sencillos. Es cierto que dos o tres cúbits no sirven para desempeñar complejas operaciones, y que este modelo de hardware cuántico tiene muchas operaciones limitadas, pero busca precisamente eso, ser un elemento revolucionario en el mercado con un toque diferenciador; la tecnología cuántica al alcance de todos.

Si se analiza desde la perspectiva de la técnica y de la investigación, los modelos de IBM, Intel o Google son más productivos al contar con varias decenas de cúbits, aunque a la hora de aplicarlos a la docencia, los equipos de SpinQ son los mejores como primera toma de contacto con los sistemas cuánticos. No obstante, la compañía ahora espera ver cómo evoluciona la adaptación de Triangulum al mercado, si tiene éxito comercial en el sector y si cumple con las expectativas de los usuarios.