Johanna (Jo) Van Gogh era la cuñada de Vincent Van Gogh. Se casó con su hermano Theo cuando ella tenía 27 años, y era ya una solterona para los estándares de la época.
Tuvieron un hijo que nació exactamente a los nueve meses del matrimonio. Pero para entonces ya Teo estaba gravemente enfermo a causa de la sífilis y falleció un año más tarde.
Seis meses antes, Vincent se había suicidado. Jo se quedó con un hijo, un piso en Paris y cuatrocientos lienzos de un pintor que sólo había vendido tres cuadros en vida, y los tres a tres amigos.
Cualquier otra habría quemado los lienzos o los habría arrumbado en un desván. Pero Jo estaba convencida de que su cuñado era un gran pintor. Era la única, porque la crítica unánimemente consideraba que Vincent van Gogh no era un buen pintor. Que ni siquiera era un pintor propiamente dicho.
Jo no se desalentó. Vendió el piso y compró una casa en Holanda. Arrendó las habitaciones de su casa , que se convirtió en una casa de huéspedes. Y poco a poco fue colocando cuadros en diversas exposiciones.
Finalmente, en 1905, organizó gran exposición de Van Gogh, y que atrajo el interés de grandes fortunas e importantes museos. La leyenda Van Gogh había comenzado. Y no la conoceríamos si no hubiera sido por Jo.