A sus 67 años, Bill Gates sigue siendo una de las figuras más emblemáticas del auge tecnológico de finales de los 70 y principios de los 80, una era en la que el campo de la informática estaba en pleno crecimiento y se estaban forjando imperios como los de Apple y Microsoft.
Aunque Gates se ha retirado de la primera línea de Microsoft, dedica todo su tiempo a gestionar proyectos filantrópicos a través de la Fundación Bill y Melinda Gates. A pesar de su desvinculación de la junta directiva de la empresa que cofundó y sus significativas donaciones, la fortuna de Gates ha continuado creciendo entre 2018 y 2022.
Durante 19 años, Gates fue la persona más rica del mundo, desde 1995 hasta 2017, con algunas excepciones. En la actualidad, tres años después de retirarse de cualquier puesto directivo en Microsoft, se mantiene como la sexta persona más rica del mundo según la lista de Forbes.
La mayor parte de la fortuna de Gates, el 30.4%, proviene de sus acciones en Microsoft, incluso después de dejar la junta directiva en 2020. Además, diversifica su patrimonio con inversiones en diversas empresas emergentes, efectivo y proyectos con visión de desarrollo.
Su cartera de inversiones refleja un claro interés en empresas relacionadas con el medio ambiente, desarrollo y alimentación. Gates ha invertido en empresas como Republic Services y Ecolab, así como en grandes extensiones de tierras fértiles dedicadas a la agricultura.
También ha destinado inversiones a empresas de transporte y logística, como AutoNation, Signature Aviation y la Canadian National Railway. Además, ha asegurado su presencia en el sector hotelero con una inversión significativa en Four Seasons.
Otro pilar importante en las inversiones de Gates es la biotecnología, con enfoque en la manipulación genética para abordar plagas en países en desarrollo. Además, ha invertido en empresas químicas con un total de 4.6 mil millones de dólares.
Gates también ha sido generoso con amigos como Warren Buffett, aunque su inversión en acciones de Tesla generó un desacuerdo con Elon Musk que puso fin a una posible colaboración.
En cuanto a propiedades, Gates mantiene un perfil más moderado que algunos de sus colegas millonarios, siendo su inversión principal la mansión Xanadú 2.0 en Medina, Washington.
Aunque ha donado considerablemente a través de la Fundación Bill y Melinda Gates, su promesa de donar al menos el 99% de su fortuna antes de su muerte aún está en proceso, con el objetivo de aumentar las contribuciones anuales en un 50% hasta 2026. Hasta septiembre de 2023, ha donado alrededor de 59.000 millones de dólares, convirtiéndose en uno de los fondos filantrópicos más grandes, con un valor de 67.300 millones que sigue creciendo gracias a diversas contribuciones.