Meta tiene un problema y se llama metaverso: acaba de salir del top 20 de empresas más valoradas del mundo

Meta no pasa por sus mejor etapa. Si bien el telón de fondo no le acompaña, los desafíos que tiene ante sí la otrora poderosa Facebook, como retos en el mercado publicitario, la competencia de otras plataformas y el pozo de inversiones sin fondo en el que se ha convertido el metaverso, han afectado de forma directa a sus cuentas.

El último balance presentado por Zuckerberg, con un desplome del 52,2% en los beneficios netos del trimestre, acaba de precipitar un descalabro en el parqué. Y como dice más una imagen que mil palabras, allá va una bastante gráfica sobre el devenir de la firma.

La multinacional se ha apeado del “Top 20” de mayores empresas por capitalización de mercado del mundo y está a un paso de hacerlo también del mismo ranking de compañías estadounidenses.

¿Qué recoge el último balance? Que el beneficio neto de la compañía durante el tercer trimestre se situó en 4.395 millones de dólares, lo que representa un “pinchazo” del 52,2% si se compara con el resultado del mismo período de 2021. Aunque el descenso en los ingresos fue contenido, de un 4,5% que bien podría achacarse al contexto general, el capítulo de gastos y costes creció un 19%.

Si se amplía la foto al acumulado del año la tendencia de los ingresos hasta septiembre es algo mejor e incluso deja un alza del 0,2%, pero también es más acentuado el incremento del capítulo de las facturas. Destaca en especial el desplome en los ingresos de su división de realidad aumentada y virtual (Reality Labs), encargada del metaverso, y la previsión de que crezcan aún más los gastos.

¿En qué se han traducido esas cifras? En un durísimo revés en Bolsa. Tras el anuncio, sus acciones han caído más de un 20%, lo que se traduce en una importante pérdida de valor y que los títulos de la compañía se sitúen por debajo de los 100 dólares por primera vez desde 2016, cuando Meta era todavía Facebook y encaraba ejercicios que —con algunos vaivenes, eso sí— dejarían importantes alzas. Lejos quedan los cerca de 380 que llegó a marcar en agosto de 2021.

Los últimos datos de Investing sitúan su capitalización de mercado en 263.000 millones de dólares, lejos también de los valores que llegó a manejar la empresa. En febrero ya había sufrido un retroceso de calado, del 26,4%, tras otra presentación de resultados que generó un efecto similar.

¿Se refleja eso en los rankings? Los rankings son solo eso, rankings, pero sirven para contextualizar. Y en el caso de Meta, sí, se percibe un cambio importante. El jueves Bloomberg apuntaba que se había apeado de la lista de 20 mayores empresas del mundo, asignándole un valor de mercado de 267.800 millones que la situaba por debajo de Exxon, Johnson & Johnson y grandes tecnológicas, como Tesla, Amazon, Alphabet, Microsoft y Apple. A principios de año Meta se situaba como la sexta compañía más grande de Estados Unidos por capitalización de mercado.

Los rankings elaborados por Market Cap apuntan en una dirección similar. Su última “foto” coloca a Meta en el puesto 26 del ranking mundial de las mayores empresas por capitalización de mercado, por detrás de Samsung, Roche, Nestlé, Mastercard, TSMC o NVIDIA. Entre las firmas americanas se situaría en el peldaño 20, justo entre Bank of America y Pfizer y no muy lejos de Coca-Cola.

¿Cuáles son las causas? Al margen de los efectos de la desaceleración económica en el negocio publicitario o el marco general de las firma tecnológicas, Meta afronta algunos desafíos que ayudan a entender su deriva. El primero afecta a un pilar esencial: la publicidad. Los cambios sobre privacidad aplicados por Apple y Google han afectado a su músculo. A ese hándicap se suma el peso de otras plataformas, como TikTok o Twicth. Los datos de Meta señalan que sigue creciendo en volumen de usuarios, pero el empuje de la competencia es claro y le ha llevado a “tiktokizar” su propia oferta.

 

 

¿Y el metaverso? He ahí otra de las cuestiones fundamentales, sin la que difícilmente se pueden entender los últimos resultados de Meta. Zuckerberg ha decidido apostar de forma decidida por el nuevo entorno virtual y eso se traduce en una notable, muy notable, carga para las arcas de la compañía. A pesar de que la empresa se ha gastado ya más de 10.000 millones —se apunta a 15.000—, sus resultados aún están lejos de alcanzar las expectativas que han generado.

“Meta sigue siendo demasiado agresiva con sus inversiones en iniciativas a largo plazo a pesar de una fuerte desaceleración en el crecimiento de ingresos previstos”, explica Mandeep Sing, analista de Bloomberg Intelligence: “La visión de gastos operativos y de capital de la compañía para 2023 es sorprendente, dada la falta de tracción hasta ahora con sus esfuerzos en el metaverso”. La estrategia tiene su reflejo en las cuentas, con unos costes anuales de entre 85.000 y 87.000 millones.

¿Y qué dice Zuckerberg? Calma, pide calma y sobre todo confianza a los inversores. “Creo que aquellos que sean pacientes e inviertan en nosotros terminarán recompensados”, recalcaba tras la presentación de los resultados. “Si bien enfrentamos desafíos a corto plazo en cuanto a ingresos, los fundamentos están ahí para volver a un crecimiento de ingresos más sólido”, incidió Zuckerberg, que avanzó que la compañía centrará buena parte de su enfoque el próximo año en la eficiencia.